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La sonda china Chang’e 6 descendió exitosamente ayer por la mañana —hora local del país asiático— en la cara oculta de la Luna, con lo que completó así otro paso en su misión de recoger, por primera vez en la Historia, muestras de la parte menos visible desde la Tierra del satélite.
La Administración Nacional del Espacio de China informó que la sonda, que despegó el 3 de mayo pasado, desarrolló con éxito la maniobra de aterrizaje a las 6:23 hora local en la Cuenca Aitken-Polo Sur.
El sistema combinado de aterrizaje-ascenso inició el descenso propulsado a las 6:09 hora local, cuando se encendió el motor principal de empuje variable, y la combinación ajustó rápidamente su orientación acercándose de manera gradual a la superficie lunar.
Durante el descenso se utilizó un sistema autónomo de evitación de obstáculos visuales para detectarlos automáticamente.
Una cámara de luz visible seleccionó una zona de aterrizaje comparativamente segura basándose en la claridad y oscuridad de la superficie lunar.
Después del aterrizaje, la sonda tiene previsto completar la toma de muestras en un plazo de dos días.
Para ello, utilizará dos métodos: un taladro para obtener elementos del subsuelo y un brazo robótico para recoger especímenes de la superficie lunar.
La sonda, cuyo viaje de ida y vuelta se prolongará 53 días, tiene cuatro componentes: un orbitador, un alunizador, un ascensor y un módulo de reentrada.
El programa Chang’e, nombrado en honor a una diosa de las leyendas chinas que se cree que vive en la Luna, comenzó con el lanzamiento de una primera sonda en 2007.
En los últimos años, Pekín ha invertido fuertemente en su programa espacial y ha logrado hitos como el exitoso alunizaje de la Chang’e 4 en la cara oculta de la Luna en enero de 2019, un logro que ningún otro país había alcanzado hasta la fecha, y la construcción de su propia estación espacial.
Fuente: EFE