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Contaban los antiguos del pueblo, que para este tiempo las matas de ciruelas ya empezaban a florar junto con los árboles de mangos, todos están pendientes de las primeras lluvias para cuidar las flores, ya que después se convertirán en el fruto, para eso había que ponerle sal a los troncos esto antes de que truene el lelem chac (rayo en maya) por primera vez en el año.
De no hacerlo y ya habiendo tronado el rayo las ciruelas se quedarían negras, pequeñas y amargas y los mangos les saldría gusanos aunque estén en la mata.
Para este tiempo las pavas vuelven a dar sus crías, así como para el tiempo de la floración de las ciruelas, los pavitos no logran crecer muer€n a los pocos días, ya que las flores de la ciruela tienen aire, por eso a los tres días de brotados se les coloca un hilo color rojo para protegerlos, cruzandole el pellejo de la cabeza con una aguja de ojo fino y amarrando el hilo esto para que se logren y no mueran.
Crédito: Miguel Aké May