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Muy pocos han probado el Chóoch y no es de sorprender, pues resulta ser un fruto exótico maya que dura seis meses en germinar y únicamente se da entre los meses de junio y agosto.
No es sólo el tiempo de germinado lo que hace que esta fruta sea difícil de conseguir, si no también, la rareza con la que se encuentra un árbol de este tipo, pues no se puede cultivar ya que sólo crece de manera natural.
Este tipo de árbol, además, sólo se encuera en las tierras del sureste de México.
Este fruto posee el tamaño de una toronja madura, sin embargo lo único comestible son las semillas que tiene al centro, las cuales están cubiertas por un meollo de sabor dulce.
Se cuenta que los mayas realizaban rituales para que el fruto se encuentre maduro antes de consumirse.